Bizcocho de moras y limón



Bizcocho de moras y limón



Todo el mundo adora los bizcochos, tan jugosos y tiernos, y además son un desayuno o merienda ideal, sano y nutritivo. Son recetas sencillas, rápidas y sale más barato que comprar bollería en la pastelería. Me encanta darle a mi hijo un trozo de bizcocho casero porque me siento muy tranquila sabiendo  que come sano por eso en mi casa no falta nunca un rico bizcocho para merendar o desayunar ¿y en la tuya? 

Anímate a preparar este rico bizcocho de limón y moras.  Este lo prepare en otoño con moras frescas y aún estaba pendiente de publicar, pero se pueden usar moras congeladas sin problema, o cualquier otra fruta de temporada que te apetezca.  

Y si quieres que tu familia te adore una vez listo el bizcocho báñalo con un glaseado de limón, enseguida quedará crujiente y apetitoso, un bizcocho  de película mucho más sencillo de preparar de lo que crees, ¡se hace con la receta del bizcocho de yogur!






Bizcocho de moras y limón, ingredientes:


1 yogur, ponemos en un bol  el contenido y usamos el vasito del yogur como medida.
3 huevos grandes
3 medidas de harina
2 medidas de azúcar
1 medida de aceite suave, yo uso girasol
1 cucharadita de sal
1 sobre de levadura en polvo (impulsor, polvo de hornear...)
la ralladura de 1 limón
1 taza de moras (estas eran fresas pero pueden ser congeladas o alguna otra fruta, fresas, arándanos...)
Para el glaseado
1 taza de azúcar  glas 
zumo de limón (dos o tres cucharadas)






Bizcocho de moras y limón, preparación:


Para que nos quede mejor y los ingredientes se integren perfectamente es importante que todos ellos estén a temperatura ambiente.

Batimos el azúcar con los huevos, el yogur y el aceite en un bol amplio, cuanto más los batas más esponjoso  te quedará el bizcocho. ^.^  




Tamizamos la harina con la levadura, no es imprescindible pero al airearse la harina el bizcocho te quedará más esponjoso.

Añadimos poco a poco la harina  sin dejar de batir hasta que esté completamente  integrada con los huevos y el azúcar.





Añadimos la cucharadita de sal. Yo siempre añado una cucharadita de sal a todos mis bizcochos, te aseguro que se nota la diferencia.  No queda salado en absoluto en cambio gana mucho en sabor. 







La sal es un potenciador del sabor así que lo que conseguimos añadiendo una cucharadita de  sal es que todos los sabores de nuestro bizcocho se vean potenciados, sin añadir sabor salado ya que en comparación del azúcar que lleva la receta una cucharadita de sal no sala el bizcocho.  Pruébalo  y  ya veras como lo notas, tu bizcocho te quedará mucho más sabroso.






Añadimos las moras, o la fruta que quieras emplear, y mezclamos bien. Normalmente por el peso de la fruta se acabará yendo al fondo del bizcocho y no te quedará repartida. Si quieres que te quede bien repartida un truco es enharinar las frutas, así tardan más en hundirse en la masa y da tiempo a que la masa se cueza y ya no pueden bajar, se quedan por todo el bizcocho.







Una vez la masa preparada la volcamos en un molde bien engrasado y al horno. En este caso he utilizado un molde de plum cake porque me encantan estos bizcochos alargados para merendar pero puedes utilizar el molde que prefieras.






El horno ya lo tendremos precalentado a 180º, calor arriba y abajo y si puede ser con ventilador.  En 40 minutos más o menos lo tendremos listo pero ya sabes, cada horno es diferente!  Así que vigila tu bizcocho y cuando veas que está dorado pinchalo con un palito, si este sale listo es que ya está  ^.^


Si aún no está bien cocido por dentro pero te queda muy tostado por fuera puedes taparlo con un papel de aluminio para evitar que se siga tostando, y la próxima vez pones el horno un poco más bajo. Tienes que ir probando hasta que le cogas el truquillo a tu horno, así que ¡ya tienes excusa para preparar un montón de bizcochos!

Una vez este listo el bizcocho lo sacamos del horno y lo dejamos reposar unos cinco  minutos en el molde, después desmoldamos con cuidado y lo colocamos encima de una rejilla hasta que se enfríe.

Mientras preparamos el glaseado con azúcar glas y zumo de limón.  En un bol pequeño ponemos el azúcar y vamos añadiendo gotas de zumo de limón y removiendo bien para que se forme una pasta uniforme, Empieza añadiendo al azúcar una cucharada de zumo y luego  poco a poco,añades más. Es preferible añadir zumo varias veces a que te quede demasiado líquido por  pasarte de zumo de limón.

El glaseado del bizcocho puede ser mas o menos líquido pero a mi me gusta que quede un poco espeso para que forme una capa gruesa y crujiente sobre el bizcocho, como en la foto.  Una vez veas que lo tienes a punto lo esparces sobre el bizcocho dejando que caiga por los lados u lo dejamos secar, ya verás que se seca enseguida ¡Delicioso!

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